La lengua es un órgano compuesto por una serie de músculos fijados al suelo de la boca. Gracias a ella podemos hablar, masticar o saborear, entre otros. Sin embargo, resulta ser una de las partes de la boca que menos cuidamos: es por eso que hoy vamos a explicarte que debes hacer para conseguir y mantener una correcta higiene lingual.

La lengua, por su anatomía, es un lugar idóneo para las bacterias, que se acumulan fácilmente por sus surcos y fisuras formando un biofilm. Esto da lugar a la aparición de mal aliento además de la adopción de un color blanquecino, e incluso amarillento, en la parte visible de la lengua.

Por lo general, existe poco conocimiento en lo que se refiere a la higiene lingual, es por eso que hemos creído necesario hacer este post ¡lee con atención!

La importancia de la higiene lingual:

Existen dos maneras de asegurar una óptima higiene lingual: de manera física y de manera química.

  • La primera manera, la física, consiste en usar limpiadores linguales, que están diseñados específicamente para adaptarse a la forma de la lengua y llegar a todos los rincones.

  • La segunda manera, la química, se basa en usar colutorios formulados con agentes antibacterianos, como la clorhexidina, la hexetidina o el lactato de zinc. La clorhexidina y la hexetidina son antibacterianos y eliminan las bacterias que producen los gases malolientes; mientras que el lactato de zinc inactiva estos gases, para que no se desprendan y produzcan efectos negativos en la cavidad oral. Sin embargo, para una correcta y completa higiene lingual lo más recomendable es usar ambos métodos, sobre todo en personas que padezcan halitosis.

No olvides llevar a cabo una correcta higiene bucodental, cepillándote los dientes un mínimo de dos veces al día y usando colutorio además de hilo dental. También te recomendamos que visites a tu dentista de manera regular, para comprobar que no existe ningún tipo de problema o enfermedad bucodental, y en el caso contrario, comenzar a tratarlo cuanto antes.